Trastornos opositoriles



Opositar es mucha presión y trastorna a cualquiera, por eso seguro que en todo el tiempo que llevas estudiando has hecho muchas cosas difíciles de explicar para la mente común. Como en la casa de gran hermano, todo se magnifica, el opositor vive con mucha y especial intensidad todo lo que le pasa. Siente envidia (sana seguramente que no) cuando sus amigos no opositores se van de vacaciones, se compran un coche o,se van a vivir con su pareja, en definitiva, viven. Al opositor le suele pasar también que poco o nada le satisface o motiva porque hasta sus hobbies se convierten en obligaciones. Y es que la fuerza de la oposición está en la juventud del que oposita, pero ahí también puede residir su mayor losa. Que seria de nosotros sin nuestros comprensivos familiares y amigos...

 La vida del opositor está llena de manías o supersticiones, hoy os cuento algunas de las cosas raras que he notado en mi (Seguro que habrá mas que no he notado aún):

Oyes el segundero de un reloj a kilometros de distancia y ya calculas para cualquier intervalo de tiempo los temas que te daría a estudiar, cantar...
Ni os cuento la cantidad de veces que habré solado con el día del examen...
He llegado a desayunar chocolate con churros en agosto despues de un cante... Siempre voy a la academia por sitio distinto de por elñ que liego vuelvo...
Salgo a dar un pequeño paseo cada dia aunque diluvie...

¿Me contais los vuestros?

En todo caso, mi experiencia personal me dice que hay momentos en la oposición en los que hay que romper la rutina,salir un ratito fuera de ella y tratar de recuperar la cordura.

Frase del día:
Las locuras que más se lamentan en la vida de un hombre son las que no se cometieron cuando se tuvo la oportunidad. Helen Rowland  

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